La gente se desvanece con el aire.

Un día te levantas, sales a la calle con una enorme sonrisa y ¿qué ves? Nada. ¿A quién ves? A nadie.
Vuelves corriendo a tu habitación y te deprimes y lloras. Intentas parar pero no puedes por que ¿quién te hará parar si no hay nadie a tu alrededor? 
Nadie te ayuda, nadie quiere saber nada de ti, todos te han olvidado... Lo peor es que te has dado cuenta ahora, cuando ya has confiado todos tus secretos a las personas que más querías y ¿qué hacen ahora? Contárselos a todos, todos esos secretos que te costaron admitir un día y te sacaron a la fuerza. 
Puede que sean insignificantes, poca cosa quizás, pero te importan, te importan mucho.
¿Lo peor? Te ha defraudado la persona menos indicada, la que por ella diste toda una vida, por la que te levantabas cada mañana...

No hay comentarios:

Publicar un comentario